Procesado de sangre
La sangre recuperable constituye el 3–4% de la mayoría de los animales, aunque suele ser desechada junto con otros despojos. Con los equipos adecuados es posible utilizarla como materia prima de productos para consumo humano e industriales. La sangre animal está compuesta de plasma y glóbulos rojos (hemoglobina). El plasma es una proteína funcional con potencial comercial para el consumo humano. Los glóbulos rojos normalmente se destinan a un uso no comestible, en su forma seca.
Plasma sanguíneo
El 60% de la sangre está compuesta de plasma, que es una proteína funcional con un potencial comercial considerable.
No obstante, estas proteínas comestibles deben procesarse con sumo cuidado si se pretende venderlas como producto de alto valor. El procesado debe configurarse de manera que se garantice un tratamiento fluido que no fracture los glóbulos rojos.
En el procesado del plasma sanguíneo se utiliza normalmente la ultrafiltración, en la que la proteína se purifica y la sal se elimina; después el plasma concentrado se congela o se atomiza.